Este itinerario comienza en Sevilla y se extiende por unos 800km hasta Astorga, donde se úne con el Camino Francés. La Vía de la Plata fue un verdadero instrumento político, que permitió la circulación de las divisiones romanes primero, la invasión arabo-musulmana después, y finalmente la reconquista de Extremadura y de Andalucía. También fue una vía de circulación de mercancías hasta el puerto de Gijón.
El origen del nombre de este itinerario vendría no del comercio de metales preciosos entre las minas del norte (Asturias y León principalmente), y las ciudades del sur como Mérida y Sevilla; sino de la evolución del término B’lata, que significa “camino privado” y evoca la calzada romana que encontramos en este itinerario. El itinerario está por tanto marcado por la civilización arabo-andaluza presente en España durante siete siglos e íntimamente ligada a la historia de la devoción al apóstol Santiago.
La frecuentación de este itinerario ha aumentado durante estos últimos años. Con lugares salvajes, pero también muy pavimentado (algo ideal para los ciclistas), este itinerario ha sido objeto de muchos esfuerzos para su balizaje (flechas amarillas) y para equiparlo de una amplia red de albergues.
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